17 de noviembre de 2010

Caamaño y la Ley del embudo

No me voy detener en como Clarin da la noticia, ya que lo dice Mancuso aca; ni a decir que fue penoso, como Natalia aca; ni a hacer una brillante crónica con análisis politico como hace el Ingeniero, aca. Tambien podemos ver opiniones muy interesantes aca, aca, donde Mauri K lo putea lindo a MacAluse (siempre es merecido ese insulto), aca, donde el Coronel habla de desesperación. Y me quedo con eso: la desesperación.
Hay infinidad de ejemplos populares que nos muestran que el que se calienta es un boludo. Pegar una piña (o cachetazo, o trompada, o lo que sea) es un signo de debilidad. Yo pego cuando no tengo ningún argumento político, cuando estoy derrotado y tengo que emparejar las cosas.
"Me tenía harto", dijo la Roña Caamaño. ¿Con que? No lo sabremos. Quizas lo tenga que tratar con su psicologo. Sin embargo, gracias por hacernos saber lo que sospechabamos: están fritos. Tambien hay otra hipótesis posible. ¿Le habra echo caso a Duhalde, que nos quería echar por KO o abandono? Capaz se lo tomó muy literal ¿no?

2 comentarios:

  1. Dice Camaño que ella no tolera que Kunkel le recuerde quién es su marido. Y, mucho menos, la célebre frase del tipo acerca de la necesidad de “dejar de robar”. Entonces, le tapa la boca a golpes. Y sí, como vos decís, “están fritos”. ¿Quiénes están crispados?

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  2. Me mató Camaño ayer a la noche en A dos Sobres. DIjo algo asi como: "Es como si yo supiera una cosa personal de Kunkel desagradable... o agradable no importa" (?) Claro, porque te puedo desestabilizar con una cosa agradable. Dialogo
    Kunkel: Yo nunca dije que su hijo era feo. parami es hermoso
    Camaño: SI vio? es hermoso
    Kunkel: Se paree al padre
    Camaño: Cachetazo (?)

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