26 de noviembre de 2010

El Gordo Moya



Hace 15 años, en la última final del rojo en una Copa, estaba con Cristian ademas de otros amigos. Amigos de esos que después no se consiguen mas y que uno, por esas cosas que tiene cada uno en su vida va dejando de lado y después se arrepiente.
Con Cristian (y algunos otros cómplices) ibamos a bailar, nos fuimos de vacaciones, chupabamos como locos. Nunca me voy a olvidar que una vuelta a Mauro se le ocurrió que, a la noche, nos teníamos que cambiar los nombres. No me acuerdo si a mi me lo pùsieron o yo elegí el nombre de Camilo. Me gustaba por Cienfuegos, claro. Y por Torres. A los pibes les parecía cool. Tenían razón. Mauro se había puesto Juan Cruz. Y el Gordo Cristian se había puesto (¿le habíamos puesto?) Juan Ignacio. Casi no usó ese nombre. Se compró un auto y se puso a laburar de remisero para pagarlo.
Con Mauro, Cristian, Martin y Flavio nos pusimos un programa de radio. Creo que era por el 98. "5 en 2 horas" se llamaba. yo, que estudiaba Comunicación me hacía el serio. Boludeabamos todos, en realidad. El Negro Martin, que ahora relata la campaña del rojo en una radio partidaria, hacía los chistes. Yo leía noticias. Me acuerdo que nos cagamos de risa cuando los talibanes tomaron el poder en Afganistán e impusieron todas esas reglas para las mujeres. 5 en 2 horas era en homenaje al Gordo, que era una gran persona. En realidad el nunca quiso ser parte del programa. Nosotros lo hacíamos parte porque era (es) parte nuestra.
La última vez que lo vi fue en la puerta del Alto Avellaneda. Era el año 2000 y yo, gracias a que se estaba regalando el país con el 1 a 1, tenía la chance de ir a Cuba. Nos fuimos el 15 de Enero con un pibe de la Agrupación de la Facultad. Yo a él lo debo haber visto el 7, ponele. Me contó que iba a hacer el curso de guardavida. Estaba con la novia, que yo no conocía, porque hacía un tiempo que no lo veía. Me lo crucé de casualidad y el tipo me dice: "Es re loco, el otro día voy a una fiesta (o camping, o algo asi) y los vi a Mauro y a Flavio. Y después lo vi a Martin. Y ahora te veo a vos. Si quería hacerlo, no me salía". Nos saludamos, yo le conté que viajaba a Cuba y quedamos en que hablabamos a la vuelta y nos juntabamos con los pibes.
A Cristian lo asesinaron en un asalto mientras yo me iba de viaje. Estaba en el micro para viajar a ese curso y se dio cuenta que se había olvidado el documento. Volvió a la casa y cuando estaba parando lo cruzaron dos asesinos. No frenó y le tiraron. ¿Destino? Una mierda el destino. Me cago en él.
Me dijo mi vieja a la vuelta, que con los pibes decidieron no decirme nada para no arruinarme el viajecito. "Te ibas a volver?" Me dijo alguien a la vuelta, no recuerdo quien. Durante años no lo pude llorar. Para mi, simplemente, se había esfumado. Me dijo una psicologa que era un reflejo de una desaparición forzada, como yo las vivía cuando era chico en mi casa. Creo que tiene razón, porque esa explicación, increiblemente, me alivió la angustia que sentía.Habían pasado como 7 años.
Yo a los pibes casi no los volví a ver. Me los crucé, si, pero no los vi.  Durante años, cuando pasaba con el 24 a 2 cuadras de la casa del Gordo, me ponía a tararear "Yo no me sentaría en tu mesa", de Los Cadillacs, que la cantabamos como un himno. Creo que los culpé por no haberme avisado. O yo me culpé por no haber estado. Los abrazos que me faltaron a mi tambien les faltaron a ellos. Lo comprendí demasiado tarde. Recién me entero por el twitter del Negro Martin, que el padre del Gordo murió la semana pasada. Era un gran tipo.
Después de casi 11 años puedo escribir de esto. Supongo que es tiempo de cerrar las heridas, aunque queden las cicatrices. Dicen que el tiempo cura todo. Lo que no dicen es que no llena los vacíos.

1 comentario:

  1. Escriba compañero, siga escribiendo. Los vacíos no se llenan, ninguno, nunca. Pero pensá que también esos vacíos están en la causa de lo que hacemos.
    Escriba nomás, Escribidor
    Un Abrazo

    P.S: "y al cabo, nada os debo, me debeis cuanto escribo..." Antonio Machado.

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