1 de noviembre de 2011

Aborto - El debate trascendente

Empieza un debate tremendo en el país. La discusión por la legalización del aborto es una de las grandes discusiones del año entrante. 

Mi postura

Estoy a favor de la despenalización por varias razones. La primera, y fundamental, es que la penalización depende de argumentos que tienen que ver con cuestiones morales y no con cuestiones reales. La moralidad no puede ser general, y por lo tanto, no puede transformarse en LEY. Lo moral es de cada uno, y cada uno hace de su moralidad lo que se le canta. La segunda, y también fundamental, es que el aborto es una práctica aceptada socialmente, porque se realizan 500 mil abortos por año en el país. Demasiados como para discutir si esta bien o mal. Se hacen. Es como prohibir andar en bicicleta. Ridículo. 

Ahora bien, creo que la discusión del aborto es una discusión subyacente, a otra mas importante: el rol de las corporaciones en la sociedad. Cuando se discutió el matrimonio igualitario, algunos (pocos) discutían lo que considero como la discusión real en torno a este y otros temas: el control moral que ejerce la Iglesia Católica sobre nuestra sociedad.

El rol de la Iglesia

Con la culpa como argumento psicológico, se intenta imponer un modelo de familia, un modelo de persona, un modelo de sociedad. La Iglesia dice que se puede decir en una escuela y que no, que se puede hacer en una casa y que no, que se puede hacer al aire libre y que no. Es interesante ver como los que son católicos practicantes intentan imponer su modelo de estructura moral al resto de nosotros. La moral católica, pacata y culposa, es una parte de nuestra sociedad, pero no es el todo. Esa hegemonía cultural, que ya posa como dominación a esta altura, es la que está en debate desde hace un tiempo.

Si miramos en perspectiva, es la Iglesia católica una de las patas fundamentales del gorilismo en el país. El bombardeo de Plaza de Mayo tiene el "auspicio" de sectores católicos, por eso el peronismo responde con la quema de Iglesias. El "cristo vence" de los aviones asesinos es una marca indeleble. No es casual, tampoco, que uno de los primeros sentenciados por delitos de lesa humanidad haya sido un sacerdote: Cristian Von Wernich. Y digo que es un sacerdote porque no fue excomulgado, a pesar de estar condenado por delitos aberrantes.

Es la Iglesia la otra pata que oficia como partícipe necesaria durante la dictadura genocida. Es la Iglesia la que no permitía que se repartan anticonceptivos en los hospitales. Y fue la Iglesia la pone en discusión la aplicación de Educación Sexual en las escuelas. La pregunta del millón es ¿Por qué es la Iglesia la que pone trabas, si es una institución financiada por el Estado? ¿No debería el Estado nacional prescindir de financiar a una institución que se dedica a condicionarlo? Como los militares y el campo, la Iglesia se cree parte fundamental de la historia nacional y no concibe una historia sin ella como protagonista central. Poner a la Iglesia Católica como institución en el centro del debate es recuperar una de las tradiciones mas importantes de nuestra historia. No es algo que haya nacido de un repollo, ni alguna locura de una mente afiebrada K, que no tiene nada que hacer. Hay argumentos históricos para sostener y profundizar lo ya realizado. Hay argumentos para ir por mas. 

Lo mas raro de todo, es que en momentos como este es que se me ocurre que la persona a reivindicar, junto a Perón, por haber separado al Estado de la religión, no pertenece al panteón de los héroes nacionales y populares. Fue Julio A Roca quien le dio al Estado el control de los nacimientos, los casamientos y la educación, por ejemplo. Fue Julio A Roca quien fundo el Estado Nacional, enemigo del Estado paralelo que es la Iglesia. Sirve para ver que no todo es tan blanco o negro, que la historia, siempre, tiene avances y retrocesos, y que aún en los momentos mas oscuros de nuestra historia, donde parece que no hay nada por rescatar, hay cosas para valorar.

Hoy, la pelea central es porque se reforme la primera parte de la constitución, donde el mitrismo nos esclaviza al culto católico, a la prensa gráfica y al comercio exterior. Discutir el aborto es muy importante, pero hay que discutirlo en este marco. No es una discusión en si misma, es parte de un proceso de liberación que estamos viviendo como Pueblo. Es desde ahi que va a servir. No es contra la Iglesia. Es parte de la lucha por la libertad real. Es para ir hacia donde nadie mas fue. Es hacer historia de las que dejan marcas indelebles. Es peronismo puro. 

3 comentarios:

  1. No es casualidad que la iglesia Católica en particular, y las demás representantes de religiones monoteístas en general,se aferren contra viento y marea a una postura de perseguir y criminalizar a las mujeres que abortan.Está perdiendo poder y estas batallas son para mantener los bastiones de poder que le quedan y se juega cada uno como si de una cruzada se tratase (el término no es invención mía: lo usaron para oponerse al debate del matrimonio igualitario)

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  2. Muy buen post, Diego. Yo creo, como vos, de que se trata de liberarnos de un tutelaje contraproducente. Pero considero que el objetivo primero debe ser conseguir el aborto gratuito. Como respecto al matrimonio igualitario. Despues podemos ir por la modificacion constitucional. Pero me parece muy bien poner ese ultimo tema tambien en la mesa.

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  3. Iris, eso esta claro. Buscan mantener el poder que todavía tienen (y que es mucho). La cuestión es saber que es lo que estamos discutiendo.

    Ricardo gracias por el elogio. Creo que las cosas van en dos carriles distintos. Esta bien discutir el aborto, pero tambien esta bien saber que es lo que se discute, porque no quepa duda, como dice Iris, de que la Iglesia discute su supervivencia como ente de rectitud moral de la sociedad. Y si nosotros no tenemos eso en claro, corremos riesgo de perdernos en el debate.

    Un abrazo

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